Los consumidores no quieren comprar productos y servicios; quieren más que eso. Ellos buscan relacionarse más profundo, a niveles personales con lo que consumen. Quieren conocer la procedencia de los materiales, los procesos, los fabricantes y las marcas. Son precavidos e informados, y solicitan que se les suministre información veraz para tomar sus decisiones de compra. La información es, hoy en día, fácil de comprobar. Es por esto que, transmitir honestidad en los procesos impacta positivamente al consumidor, cada vez más preocupado por la confianza, la seguridad y por identificarse con los valores del fabricante.

 

La confianza es un sentimiento que nace de las emociones. Se construye, y con honestidad se gana. En Suprapak, estamos orientados a solucionar las necesidades de nuestros clientes para ganarnos su confianza. Creemos que para lograrlo es esencial conocer sus necesidades y asegurarnos que estamos en capacidad de brindar soluciones. Así, reducimos la posibilidad de asumir compromisos que no podamos cumplir. Una buena forma de iniciar la construcción de confianza es entender las necesidades de nuestros interesados y adaptarnos a ellos con las soluciones de empaque que podemos ofrecer. Desde el inicio, la honestidad en las comunicaciones es fundamental porque es determinante para la creación de relaciones de confianza.

 

La seguridad está relacionada con la percepción de marca o imagen que transmite una empresa. La identidad de marca se construye con base en promesas de valor para un público objetivo. Cumplir con las promesas es manifestar honestidad y genera seguridad. Entre las promesas de Suprapak están: ofrecer productos de alta calidad y productos a la medida del cliente. Para cumplir con la primera, usamos materias primas y materiales de alta calidad, y personal capacitado en la producción. Para cumplir la segunda, brindamos asesorías personalizadas con amplio conocimiento y experiencia a nuestros clientes y prospectos. Las promesas son compromisos que ofrecidos con certeza y cumplimiento generan la seguridad que los consumidores demandan, fortaleciendo así las relaciones con todos los interesados.

 

El consumidor quiere sentirse identificado con los sistemas de valores de las compañías de las que adquiere sus bienes y servicios. Esto significa que quiere conocer los principios morales y éticos que los mueven. Estos valores y su demostración práctica representan honestidad. Una cultura organizacional fundada en valores como el respeto, la disciplina, la responsabilidad y el trabajo en equipo, que son, por ejemplo, valores de Suprapak, define unas pautas de comportamiento que facilita la construcción de relaciones valiosas. Por otro lado, definir lineamientos honestos de comportamiento genera seguridad y confianza. Si bien, esto facilita las relaciones con interesados externos, también genera cohesión y afinidad al interior de las compañías. Para lograrlo, se debe promover y defender esos valores: que sean de conocimiento interno y externo.

 

En la búsqueda de productos y servicios, en el momento de tomar decisiones de compra o de consumo, existen factores igual de importantes que el producto o el servicio. Estos tocan niveles más profundos de relacionamiento. La diferenciación y retención de clientes depende de lograr satisfacer estas necesidades profundas. Entre ellas están: la confianza que se puede sentir con el proveedor; la seguridad que me brinda el bien con relación a lo que el proveedor dice que está ofreciendo; y, el grado de afinidad que se puede tener con el conjunto de valores detrás de los productos y servicios. Estos son elementos que no se pueden descuidar en ningún momento, pues el consumidor de hoy, que está cada vez más informado y consiente de su entorno, busca ser tratado con honestidad y esto debe ser tenido  en cuenta, pues la oferta es cada vez más amplia.