Reducir el impacto ambiental de los empaques es uno de los mayores desafíos que enfrentan los fabricantes de productos de consumo. Para promover la conciencia ambiental, las empresas buscan desarrollar e implementar buenas prácticas desde la fabricación hasta involucrar al consumidor en la correcta disposición final de residuos. Para la industria de empaques flexibles, la amabilidad con el medio ambiente en sus procesos representa un gran compromiso con los interesados, el consumidor final, y el entorno. Por tanto, atendiendo a las necesidades ambientales en empaques de plástico, presentamos tres factores importantes a tener en cuenta para fomentar las buenas prácticas y la responsabilidad con el entorno.
Uso de materias primas amigables con el medio ambiente
El consumidor exige, cada vez más, que los productos sean fabricados con materias primas amigables con el medio ambiente. Es por ello que surge la necesidad de usar materiales biodegradables, o ecológicos, con posibilidades de reciclaje y reutilización. Un ejemplo es El PETg, que es uno de los materiales más utilizados a nivel mundial para la fabricación de envases y etiquetas. Las compañías fabricantes de empaques usan este material porque es reutilizable y por sus propiedades de encogimiento. Utilizar materias primas que minimicen el impacto ambiental genera una imagen responsable por parte de las empresas y contribuye con el cuidado del medio ambiente.
Buenas prácticas de disposición final del empaque plástico
El impacto de los empaques de plástico es una responsabilidad compartida que tienen los fabricantes de productos de consumo y los consumidores finales. Por ello, las empresas buscan adoptar buenas prácticas de disposición final, y transmitirlas al consumidor mediante estrategias como: involucrar al consumidor en la fabricación del producto, y también fomentar en él buenos hábitos sobre la disposición final de residuos. Mitigar el impacto mediante alianzas con entidades que cumplan con las certificaciones para la disposición responsable, es otra posibilidad para los fabricantes. Además, se pueden desarrollar campañas educativas, a través del empaque, dirigidas al usuario. Estas prácticas pueden reducir significativamente el impacto ambiental promoviendo el reciclaje, la reutilización de materiales y la transformación de los residuos en materias primas. Sin duda lo anterior podría impactar significativamente las decisiones de compra del consumidor.
Mecanismos de separación que facilitan el reciclaje del empaque
Uno de los inconvenientes para el reciclaje y reutilización de algunos productos , es la separación del empaque del envase u otros componentes para su disposición final. Específicamente, aquellos que tienen etiquetas que son difíciles de remover. El sistema de perforado, por ejemplo, en las etiquetas termoencogibles, permite su remoción de los envases y tapas para facilitar el reciclaje después de su uso. Es un sistema de separación señalado en el contenido informativo del empaque, cuyo uso es, además de facilitar la apertura del empaque, permitir que después de consumido el producto, se haga la correcta disposición final del residuo.
Promover las buenas prácticas desde el ciclo de producción hasta la disposición final para minimizar el impacto ambiental del empaque de plástico genera una imagen de responsabilidad con el medio ambiente. Para un consumidor que es cada vez más exigente, informado y responsable, esta imagen es muy atractiva por estar alineada con sus hábitos de consumo y sistema de valores. Estas prácticas, a su vez satisfacen la necesidad creciente de sentir seguridad y confianza en los productos que consumimos.