[vc_row][vc_column][vc_column_text]Una etiqueta de producto es tu carta de presentación, tu imagen constante y la posibilidad de ser una venta inmediata. Ya sea que estés diseñando para productos de consumo masivo o especializado, te damos algunos consejos para hacerlo con éxito.

¿Por dónde comienzo a diseñar mi etiqueta?

 

1. Usa color, textura y tipografías para hacerlo llamativo

La letra correcta permite leer a distancia. El color correcto refuerza la lectura y contrasta. Estamos hablando de una dupla inseparable, que solemos romper eligiendo texturas metalizadas, muy llamativas, pero difíciles de leer.

También es importante que tengas en cuenta la categoría en la cual estás. Si tu producto es de tecnología, tiene unos colores que lo apoyan mejor. Si tu producto es botánico o natural, lo rústico será una buena elección.

Otro aspecto clave es el color y la psicología asociada a estos. Un color plata puede ser sofisticado, elegante o dar una sensación de alta tecnología; las etiquetas marrón pueden transmitir una conexión con la tierra, es confiable y sostenible.[/vc_column_text][vc_column_text]

2. Aprovecha los espacios en blanco para fortalecer tu diseño

El fondo de tu diseño se utiliza también para reforzarlo visualmente. Los espacios que dejas de utilizar para tus diseños son consideradas áreas de descanso. Recuerda que menos es más, y con el uso adecuado de espacios en blanco, le das un aspecto minimalista.

 

3. Mantente original y lograrás destacarte ante los demás

Revisar los productos en una góndola es una tarea inicial que debes realizar. Pero este ejercicio evaluativo y recreativo debe hacerse fijándose en qué puntos puedes diferenciarte. Aspectos como la iluminación del lugar, el ambiente de fondo y la ubicación también influyen en los elementos que debes considerar para su elaboración. Antes de diseñar debes plantearte una pregunta clave: ¿es distintiva entre mis competidores? ¿Refleja de manera precisa el producto y la marca?

 

4. El tamaño de la etiqueta es un as bajo la manga

Existen diferentes tipos de pensamiento al respecto, pero aquí te orientamos acerca del más popular y utilizado. Lo mejor es hacer una etiqueta de cuerpo entero. De esta forma ofrecemos un panel de diseño más atractivo, aprovechando cada espacio. La cara anterior y posterior son para ubicar la información más relevante. La mitad es para tener el logo o la marca como protagonista.

 

5. En la calidad de la impresión está un punto clave

Los adelantos tecnológicos han llegado a todas partes. Incluyendo el mundo de la impresión y las tintas. Buscando la rentabilidad, también puedes encontrar acabados interesantes. Ya sea para darle un acabado brillante, mate o recubierto, tendrás a la mano excelentes alternativas para lograr la diferenciación que necesitas.

Ver: El impacto visual de las etiquetas termoencogibles[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]